Inconsciente Social: Síndrome de Estocolmo

El síndrome de Estocolmo es el nombre atribuido a la condición psicológica particular en la que alguien, cuando es sometido a un tiempo prolongado de intimidación, se vuelve comprensivo e incluso se hace amigo o idólatra por su agresor. También existe una fuerte posibilidad, en gran medida considerada, de que para algunas personas, víctimas de acoso similar, puedan desarrollar algún mecanismo inconsciente de defensa, en un intento de proyectar sentimientos afectivos en la figura del secuestrador o abusador, porque pueden suavizar o relajar algún tipo de negociación o acuerdo entre la relación víctima/agresor en un intento de reducir la tensión, durante y después de las experiencias entre los involucrados.

El lector será capaz de comprender los complejos profundos generados en el inconsciente social, a partir del análisis de Carl Gustav Jung en “Aspectos del drama contemporáneo”. Debe observarse que todos los seres humanos tienen dos realidades y el juicio de la realidad es la capacidad de distinguir entre la realidad interna y la realidad externa. En el siglo 21, parece que muchos líderes y políticos brasileños aún no han desarrollado el juicio de la realidad; por lo tanto, no distinguen la realidad interna de la realidad externa, es decir, no ven su propia realidad o la realidad de los ciudadanos brasileños.

Por otro lado, para que el lector evalúe la veracidad del síndrome de Estocolmo en la escena política brasileña, el autor presenta videos de informes y copias de documentos oficiales del Tribunal Superior Electoral (TSE) y del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil. Muestra las maniobras políticas de la Corte Suprema, que ordenó la liberación de numerosos acusados condenados por “Operación Lava Jato”, para que estos acusados puedan postularse a partir de las elecciones de 2022. Los videos y documentos presentados son para que el lector pueda evaluar esta y otras decisiones, así como los acuerdos inconstitucionales tomados con el Congreso Nacional (CN). Todos estos eventos tienen como “telón de fondo” la pandemia de COVID-19, mientras que la salud y la libertad de expresión del pueblo brasileño se utilizan como un juego político.